La duda en la Biblia
Para ninguna de nosotras es un secreto que no debemos dudar, lo sabemos porque a lo largo de la Biblia se nos llama a confiar y el mismo Jesús se lo dijo a sus discípulos; sin embargo, muchas veces no es fácil confiar en que todo saldrá bien y que tendrá un buen fin para nosotras. Es por esto la importancia de aumentar la fe en Dios para aprender a confiar en Él, porque la duda es lo contrario a la fe.
De acuerdo al diccionario la duda es no estar seguro de algo o de alguien, o desconfiar de alguien. Y aquí quisiera que nos detengamos, “desconfiar de alguien”, cuando la duda entra a nuestras vidas es porque ese “alguien” en quien desconfiamos es Dios, porque pensamos en si será que Dios ha escuchado nuestras oraciones, si es que ve nuestro dolor o quizás pensamos si acaso le importa.
Cuando comenzamos a dudar le abrimos una gran puerta al enemigo para que empiece a susurrar muchas mentiras a nuestros oídos, y que al escucharlas comenzamos a tomar esas palabras como nuestras y finalmente las creemos. Nos apropiamos de pensamientos que originalmente no eran nuestros, pero que creemos que sí lo fueron… Por esto es necesario estar alertas y tener discernimiento.
Es irónico que muchas veces preferimos creer las mentiras del enemigo a las verdades de Dios, ¿No lo crees? En lugar de confiar en Aquel que dice “No soy hombre para mentir”.
Quizás te ha ocurrido que Dios te ha dado una promesa, o tomaste un versículo de la Biblia como tu promesa y el enemigo te ha dicho “eso no es para ti”, “no te ocurrirá a ti”, “recuerdas que nada pasó cuando hiciste eso anteriormente” y muchas más frases, todo para desanimarnos y que dejemos de hacer lo que Dios ha puesto en nuestro corazón, porque sabe que si obedecemos y le creemos a Dios, ganaremos grandes batallas.
La duda es parecida a un árbol muy grande que debe ser destruido, pero si quisieras destruir a un árbol ¿Crees que ir arrancando hoja por hoja sería la manera más efectiva? La duda es igual que cualquier otro problema en nuestras vidas, donde la forma más efectiva de resolverla es arrancándole de raíz para evitar que vuelva a crecer. Esto es un proceso, por lo que te animo a no desalentarte si fallas a la primera, a la segunda o incluso muchas veces porque ¡Lo lograrás! Dios está a tu lado ayudándote en ese proceso.
Efectos de la duda en nuestra vida
La duda es muy peligrosa porque hace que llamemos a Dios mentiroso, porque aunque no lo digamos con nuestros labios, nuestras acciones demuestran que es así. Y además de esto, la duda trae consigo otros efectos negativos, así que veamos algunos versículos sobre la duda:
Miedo. (Mateo 8:26 “—Hombres de poca fe —les contestó—, ¿por qué tienen tanto miedo?”).
Discusiones. (Mateo 16:8-9 “Pero Jesús, dándose cuenta, dijo: Hombres de poca fe, ¿por qué discutís entre vosotros que no tenéis pan? ¿Todavía no entendéis ni recordáis los cinco panes para los cinco mil, y cuántas cestas recogisteis?”).
Incapacidad. (Mateo 17:20 “—Por la poca fe que tienen —les respondió—. Les aseguro que, si tuvieran fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá”, y se trasladaría. Para ustedes nada sería imposible.”)
Preocupación y ansiedad. (Lucas 12:27-29 “Fíjense cómo crecen los lirios. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¡cuánto más hará por ustedes, gente de poca fe! Así que no se afanen por lo que han de comer o beber; dejen de atormentarse.”
Como ves la duda genera efectos negativos no solo para nosotras mismas, sino también para quienes nos rodean. Incluso la preocupación está asociada al estrés y a muchas enfermedades, y es por eso que Jesús siempre nos alienta a tener fe para que así vivamos con la paz que Él desea brindarnos.
Es por esto que debemos enfocarnos en aumentar nuestra fe.
¿Cómo aumentar mi fe?
Un punto clave para agradar a Dios es tener fe, Hebreos 11:6 así nos lo hace saber: “En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.”.
Sin embargo, cuando luchamos con nuestras propias fuerzas para aumentar nuestra fe pareciera que menos tenemos, es por eso la importancia de ser guiadas y ayudadas por el Espíritu Santo para que nuestra fe aumente verdaderamente y no sea una fe emocional.
Aumentar nuestra fe puede ser un proceso muy largo cuando no sabemos cómo hacerlo ni tenemos claras cuáles son las herramientas que Dios nos ha entregado para vencer la duda, es por esto que quiero compartirte algunas herramientas que Dios me ha enseñado.
Conoce el carácter de Dios – Lo más importante
Podemos leer la Biblia mil veces y aún así no entender el carácter de Dios, es necesario ser intencionales con esto, porque conocer quién es Dios es lo que te permitirá confiar en Él en medio del proceso.
Ver que a lo largo de la Biblia Dios estuvo acompañando a su pueblo durante cada proceso, cada victoria dada, su protección, defensa y guía, son cosas que podrán ayudarte a conocerlo más y cómo eso se ve plasmado en tu vida aún en medio de la dificultad.
Algo que puedes hacer es resaltar en tu Biblia o escribir en un cuaderno o en post-it que puedas pegar en cualquier lugar (o las 3 cosas) las características de Dios.
Un ejemplo sería: “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” 1 Juan 4:8. Claramente nos indica que Dios es amor, esto mismo podemos contrastarlo con 1 Corintios 13:4-8 que nos indica las características del amor que esto en pocas palabras hace referencia a cómo es Dios.
El libro de Salmos muestra una gran cantidad de ejemplos referentes al carácter de Dios, pero muchas veces nos ayuda entenderlo y visualizarlo de mejor manera cuando vemos estas cualidades a través de Jesús en los Evangelios.
Y otra cosa importante que quiero animarte es a que recuerdes que Dios no miente, así que las promesas que te ha dado se cumplirán, pero recuerda permanecer en Él y confiar en que en su tiempo las cumplirá.
La fe viene por el oír – Lectura y meditación en la Palabra
Romanos 10:17 dice: “la fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios”. Anteriormente la Palabra solo se transmitía de manera oral puesto que los manuscritos solo estaban en el templo, pero esto permitía que las personas estuvieran recitando continuamente la Palabra y fueran más intencionales al respecto.
Es una bendición tener una Biblia física o digital, ta como las conocemos hoy en día, pero esto a veces nos lleva a descuidarnos porque si se nos olvida algún versículo “Google lo sabe todo”, por lo que muchas veces descuidamos la lectura de la Biblia pero sobretodo la meditación en la Palabra que es tan necesaria para nosotros (Josué 1:8-10).
La meditación en la Palabra no es más que recitarla en voz alta o susurrarla. Pero es de suma importancia crear el hábito (si es que no lo tenemos) de leer pero también de estudiar la Biblia continuamente porque es a través de la Biblia que Dios nos habla, nos confronta, nos anima y levanta nuestra fe; sin este hábito será imposible vencer la duda. Aquí en mi página puedes aprender a entender la Biblia.
Una forma en la que me gusta mucho meditar en la Palabra es adaptando un versículo a mi, y te doy un ejemplo:
“Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán.” – Marcos 11:24
Lo adaptaría a mí de la siguiente manera: “Creo que ya he recibido lo que estoy pidiendo en oración y por eso lo obtendré”. Como observación te recuerdo que debemos pedir conforme a la voluntad de Dios.
Si estás luchando contra la duda, te recomiendo buscar versículos que hablen de fe y así puedas atacar el problema específico meditando en la Palabra. De igual forma si tienes algún otro problema como salud, finanzas, confianza, etc, el meditar en la Palabra de Dios es una gran bendición que aumentará tu fe de maneras asombrosas al igual que podrás experimentar mayores milagros en tu vida.
Además de esto, también debemos estar alerta con lo que escuchamos y vemos. Así como la fe viene por el oír, también la falta de fe viene por esto mismo. ¿Qué series ves? ¿Cuáles son los temas en tus conversaciones? ¿A quién sigues en las redes? Quizás siempre estás en las redes viendo noticias fatalistas, siguiendo personas que solo están sumergidos en las cosas de este mundo pero no en lo eterno, y esto aunque no lo queramos termina por afectar nuestros pensamientos y nuestra fe.
Que por cierto si quieres seguirme en las redes puedes encontrarme como @andreamijareshs
Deja la culpa atrás
La culpa nos mantiene atados a ella y no nos permite avanzar. A veces nos sentimos culpables porque hemos “decepcionado a Dios” con nuestras dudas, pero solo puedes decepcionar a alguien que no sabe lo que ibas a hacer y Dios lo conoce absolutamente TODO. Él sabía que dudarías, sabía que lucharías contra la duda, sabía que quizás te ibas a desanimar en el proceso, ya lo sabe de antemano, por lo que no puedes decepcionarlo, ya Él lo sabe.
En lugar de sumergirte en la culpabilidad, toma la mano de Dios, pídele perdón por dudar y así como Él hace: “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo; y no me acordaré de tus pecados.” (Isaías 43:25) haz tú también; olvídate de eso, es un nuevo comienzo para ti.
Aún si consideras que debes pedirte perdón a ti mismo hazlo; haz lo que consideres necesario para dejar a un lado la culpa. Y cuando la culpa venga de nuevo a ti dile “Renuncio a la culpa porque Dios ya me perdonó y me está enseñando a confiar”. No tiene que ser con esas mismas palabras, pero hay que enfrentarla para que no se apodere de nuestro pensamiento, y nada más poderoso que enfrentarla con la verdad de Dios.
Ora valientemente por tu fe y necesidad
Por nuestra propia cuenta no vamos a poder avanzar mucho, es necesario buscar la dirección y la ayuda de Dios, y nadie mejor para esto que el Espíritu Santo que es nuestro maestro, consejero y guía.
La oración puede transformar nuestras vidas de formas asombrosas, y además de esto estamos llamados a orar sin cesar en todo tiempo (1 Tesalonicenses 5:17), no es una sugerencia, es un mandato de Dios. Y esto es porque nos beneficia, sin la oración será imposible ganar luchas espirituales y la duda es una gran lucha espiritual.
En mi página puedes revisar artículos sobre qué es la oración y cómo aprender a orar, créeme que será tiempo invertido porque es una de las armas más poderosas que nuestro Señor Jesús nos dejó cuando estuvo en la tierra.
A veces tenemos temor de hacer ciertas oraciones porque la duda sigue ocupando un lugar importante en nuestro corazón, pero orar valientemente por nuestra necesidad y para que nuestra fe aumente nos ayudará a permanecer en Dios, creyendo que Él lo hará.
Nuestras oraciones siempre deben estar alineadas a la Biblia, pero recuerda que aún los creyentes en Hechos 4:23-31 después de enfrentar tanta oposición y dificultad oraron valientemente para Dios quitara el miedo de sus corazones y su mano se extendiera con poder, prodigios y señales, y esto fue lo que ocurrió.
Ten la expectativa de que Dios oye tu oración y de lo que Él hará en tu vida. La oración no es en vano, es poderosa.
Persiste en oración
Aunque nos encantaría obtener un cambio inmediato en nuestra fe, esto rara vez pasa, pero no quiere decir que el milagro no ocurrirá. Pero Dios suele trabajar en nosotros por medio de los procesos para mostrarnos su amor, su fidelidad y que además de esto muchas veces la duda se mete en lo más profundo de nuestros corazones por una mala teología y falsas creencias sobre Dios, y desarraigar esto lleva tiempo.
Y mientras esto sucede lo mejor que puedes hacer es aprender más sobre Dios pero sobretodo, persistir en oración.
En Lucas 18:1-8, Jesús cuenta una parábola de una viuda insistente con un juez injusto que no temía a Dios, pero que por causa de su insistencia terminó haciéndole justicia. Y Jesús responde a esto “¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? Les digo que sí les hará justicia, y sin demora.”
Aunque este pasaje se enfoca en la justicia de Dios, a lo largo de la Biblia vemos que Dios escucha las oraciones de su pueblo y las responde, aún dice que pidamos sabiduría y Él nos la dará, que si deseamos al Espíritu Santo también lo pidamos, y este patrón se repite continuamente en la Biblia.
Así que si deseas superar la duda, es necesario permanecer orando por esto y confiar en que Dios te guiará en los pasos que debas dar hasta lograr vencerla.
Apóyate en tu comunidad
No fuimos creados para caminar solos, desde el comienzo del mundo el hombre fue creado para caminar junto a otras personas. No quiere decir que necesariamente debas casarte para poder estar acompañado, los ministerios de Pablo y Jesús fueron ministerios poderosos y estando solteros; pero jamás caminaron solos, siempre caminaron en comunidad.
Aunque nuestra sociedad actual nos muestra que podemos hacerlo todo y solos la realidad es que no, la Palabra no apoya esa idea y el concepto de iglesia se basa en comunidad, somos un solo cuerpo, así que apóyate en otros miembros. Permítete ser vulnerable con otros, pero también escucha sus luchas y debilidades y ayúdalos.
Estamos llamados para levantarnos entre nosotros, no para hundirnos más.
Aunque siempre habrán momentos en los que la duda quiera hacerse espacio en nuestro corazón, es el estar de la mano con Dios lo que nos ayudará a vencerla, además de apoyarnos en nuestra comunidad de creyentes maduros en la fe y llenos del Espíritu Santo, porque en definitiva, solos no podemos.
Aquí te comparto un video que grabé sobre nuestra fe que a veces queremos que sea ciega pero es imposible tener una fe fuerte de esta manera. Aquí te comparto otras herramientas que podrán ayudarte.
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