¿Cómo aprender a orar?
Somos hijos de Dios, y por ende sabemos muy bien que hemos sido llamados a una vida de oración. Sin embargo, la mayoría de nosotros en algún momento ha sentido que no sabe hacerlo. Tal vez sientes que pasas 5 minutos orando y ya no sabes que más decir, y tal vez te preguntes «¿Qué tanto dice fulano que pasa 1 hora orando?» ó «¿Cómo orar como Jesús lo hizo?», yo también tuve esas dudas y por eso te digo, aprende a orar a Dios conforme al ejemplo que nos dejó Jesús en este artículo.
Muchas veces el error que cometemos es que vamos a Dios con una lista de las cosas que queremos obtener. Creemos que Dios es nuestro “genio de la botella”, que con solo decir “deseo esto” podremos obtenerlo sin ni siquiera preocuparnos por Él como persona.
Aunque Dios es espíritu (Juan 4:24) y no tiene un cuerpo físico (aunque vino a la tierra en forma de hombre), sigue siendo una persona y es importante reconocerlo como tal.
Si no sabes qué es la oración te recomiendo hacer click aquí y leer ese artículo antes de continuar con esta lectura.
Reconoce a Dios como Persona
Alguna vez te haz preguntado ¿Qué te hace ser una persona? El cuerpo te convierte en un ser humano, porque si no tuvieras aliento de vida simplemente serías un cuerpo y nada más.
Lo que nos hace ser personas es nuestra personalidad, gustos, voluntad, como nos relacionamos con los demás, lo que pensamos y nuestras emociones; todo eso en conjunto nos hace ser una persona, y Dios no es la excepción.
A lo largo de la Biblia vemos cómo Dios toma decisiones una y otra vez, como expresa al ser humano lo que le agrada y lo que le desagrada; pero también lo que ama, y a través de la Biblia nos revela su pensamiento y su corazón. Todo esto lo hace ser una persona que siente y ama, pero que también anhela más de nosotros.
Génesis 6:5-6 nos dice: «El Señor vio la magnitud de la maldad humana en la tierra y que todo lo que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo. Entonces el Señor lamentó haber creado al ser humano y haberlo puesto sobre la tierra. Se le partió el corazón.” (cursiva y negritas añadidas).
Aquí vemos como a Dios le dolió tanto que el ser humano se apartara de sus caminos y se acercara a la maldad; y esto es porque Dios siente dolor cuando tomamos malas decisiones, cuando decidimos desobedecer y alejarnos de su amor y su propósito para nuestras vidas. Él sabe que sus planes son mucho mejores que los que nosotros mismos hemos creado.
Le duele cuando no le tomas en cuenta como persona, cuando solamente entras a “orar” para decirle “Dios por favor necesito un trabajo, carro y una casa, chao”.
No me malinterpretes, Dios nos dice que debemos pedirle porque es nuestro Padre. A lo que me refiero, es cuando vamos con esa lista de cosas y beneficios que queremos recibir, pero ni siquiera somos capaces de agradecerle por lo que ya nos ha dado; al punto de que ni siquiera le preguntamos qué cosas estamos haciendo que a Él no le agradan y que hieren su corazón.
Piensa en alguien que amas mucho, si esa persona siempre preferiría pasar tiempo con otras personas ¿No te dolería? Que quizás viviendo contigo te pase por al lado y ni te salude, no sería lindo ¿Verdad? Pues muchas veces nosotros hacemos eso y aún cosas más dolorosas en contra de Dios.
En ocasiones nuestra imagen de lo que es un padre ha sido tan distorsionada que pensamos que Dios es igual a nuestro padre terrenal (si fue un mal padre o un padre ausente). Creemos que Él no está interesado en escucharnos porque Él ya lo sabe todo, pero no es así, Él desea escucharte a ti.
Si fuiste herido por un papá que te abandonó y eso te ha impedido ver a Dios como a un Padre; lee este artículo «Superando el abandono de un Padre«.
¿Cuál es la mejor manera de orar?
Sabemos que Jesús fue un gran ejemplo a seguir para nosotros, obedeció al Padre en todo, se dejó guiar por el Espíritu Santo y tenía una gran comunión con Dios.
Jesús sabía que por naturaleza nosotros no sabemos orar a Dios correctamente, es por esto que Él dejó un modelo de oración que es el llamado “Padre Nuestro”, el cual lo podemos encontrar en Mateo 6:9-13.
Pero justo antes de este modelo, Jesús dejó algunas pautas adicionales para la oración que son las siguientes:
Mateo 6:5. “Cuando ores, no hagas como los hipócritas a quienes les encanta orar en público, en las esquinas de las calles y en las sinagogas donde todos pueden verlos. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que esa.”.
Oramos no para ganar la admiración de otros, oramos porque es un mandato de Dios (1 Tesalonicenses 5:16) y porque nos permite conocerlo más y ser transformados a su imagen. Y aún cuando oremos con nuestros hermanos de la fe o por otras personas, nuestra intención debe estar enfocada en hacer la voluntad de Dios, no en llamar la atención sobre nosotros, de lo contrario no recibiremos lo que estamos pidiendo.
Mateo 6:6. “Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.”.
Este versículo no quiere decir que no debamos orar de manera colectiva, porque la unidad es poderosa (Recuerda el día de Pentecostés). Lo que quiere decir, es que necesitamos tener una relación personal con Dios. No podemos esperar cada domingo para orar en la iglesia y pasar el resto de la semana sin orar.
Cada uno de nosotros está llamado a tener una relación personal con su Padre y la forma de cultivarla es a través de la oración.
Las Repeticiones en la Oración
Mateo 6:7. “Cuando ores, no parlotees de manera interminable como hacen los seguidores de otras religiones. Piensan que sus oraciones recibirán respuesta sólo por repetir las mismas palabras una y otra vez.”.
Como seguidores de Cristo, no debemos “parlotear de manera interminable” porque Dios también habla y si no le damos el espacio para respondernos ¿Cómo obtendremos una respuesta?.
Adicionalmente, no debemos repetir las mismas palabras una y otra vez como para «extender el tiempo» de la oración, esto es lo que conocemos como “vanas repeticiones”. Un ejemplo de esto sería si tomamos el “Padre Nuestro” y lo decimos por ejemplo 2 veces al día, y con esto creemos que hemos orado.
Si hacemos esto ni siquiera hemos empezado…
Los rezos son un ejemplo de esto, Jesús nos dice que no es lo correcto, y esto es porque Dios desea conocer nuestro corazón; Dios desea que hablemos con Él como lo hacemos con una persona (porque Dios es una persona).
Imagina que a una tía siempre le dijeras «tía gracias por existir, eres linda, espero que te vaya bien», quizás la primera vez que se lo digas se alegre, pero si se lo dices 3 veces al día todos los días te aseguro que se fastidiará y te dirá algo como «sí gracias, pero ya te escuché la primera vez que me lo dijiste, ¿No tienes algo diferente para decir?»
Repetir lo mismo una y otra vez no hará que profundices tu relación con Dios, tampoco hará que Dios te de lo que quieres; Él ya conoce tu necesidad y espera que confíes en que Él lo suplirá.
Mateo 6:8. “No seas como ellos, porque tu Padre sabe exactamente lo que necesitas, incluso antes de que se lo pidas.”.
Esto hace referencia a que creemos que la única forma de obtener las cosas es repitiéndole a Dios las mismas palabras una y otra vez; pensando que Él no tiene idea de lo que necesitamos y que quizás está muy ocupado y de tanto repetirle lo mismo quizás se fastidie y finalmente escuche.
Aunque sí debemos ser persistentes en la oración y hay cosas que no las obtendremos a menos que las luchemos (ejemplo de la viuda insistente en Lucas 18:1-8), debes saber y reconocer que Dios sabe perfectamente lo que necesitas y orar conforme a eso. Dios no es un Padre descuidado, Él es un Padre perfecto que está atento a cada cosa que necesitan sus hijos porque tú eres su preciado tesoro, y Él desea darte lo mejor.
Revisa cuáles de estos errores has estado cometiendo en tu vida de oración y mira por cuáles acciones Dios te está llamando a reemplazarlos para tener una vida de oración profunda a su lado.
En la parte II de este artículo estaré desglosando el «Padre Nuestro» para que puedas ser capaz de no solo pasar un buen tiempo orando, sino también que seas capaz de disfrutarlo. Si quieres aprender más, puedes continuar tu lectura en la segunda parte de este artículo llamada conoce el significado del Padre Nuestro.
También te recomiendo este video para orar ya que tiene música instrumental y versículos que pueden ayudarte en tu tiempo de oración: Música para orar «El Rostro de Dios«.
Y en este video te cuento sobre la importancia que tiene la oración dentro del tiempo de lectura o estudio bíblico.
¡Dios te bendiga!
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Un comentario
Mami me encanta la página y el artículo que acabo de leer nos dicta las pautas q requerimos para acercarnos a Dios en oración. Ese Dios q está a nuestro lado y que espera por nosotros. Muchas gracias y muchos éxitos. Te quiero mucho mami