¿Cómo empezar a orar a Dios?
Jesús nuestro Salvador nos dejó una guía de oración, que hoy en día la conocemos como la oración del Padre Nuestro, y aunque esta no es la única manera de orar, sin duda alguna es la mejor guía que tenemos en la Biblia. Este artículo es continuación del artículo Aprendiendo a Orar con Jesús, si no lo has leído te invito a que lo puedas leer antes de continuar con esta lectura.
Si comienzas a practicar estos principios, te darás cuenta de que podrás pasar incluso más de 1 hora orando. Verás a Dios obrar en tu vida de una manera sobrenatural, profunda y poderosa.
La oración permite que nosotros como vasijas estemos llenos del aceite más preciado que es el Espíritu Santo, y experimentemos nuevos niveles de su Presencia. Sé que Dios ha depositado grandes dones en ti y que quiere verte descubrirlos y la oración es ¡El camino para hacerlo!.
Esta guía la encontramos en Mateo 6:5-13, iniciaremos desde el versículo 9, ya que los versículos anteriores los explicamos en la parte I. Todos los versículos serán mostrados en la versión Nueva Traducción Internacional (NVI).
Padre Nuestro…
Versículo 9. «Ustedes deben orar así: »“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre,». Lo primero que Jesús nos muestra es que debemos acercarnos a Dios como a un Padre, y esto es un punto clave. Muchas veces creemos que Dios está muy lejos, quizás muy ocupado en sus asuntos como para preocuparse por nosotros y que simplemente hay demasiado espacio entre nosotros y Él.
Sin embargo, Jesús muestra que no es así, que el amor que Dios tiene por nosotros es el amor de un Padre y que busca la cercanía que tiene un padre con sus hijos. Si al igual que yo fuiste abandonado por tu papá, eso te puede estar impidiendo ver a Dios como Padre.
Adicionalmente, Jesús nos llama a reconocer la santidad de Dios, porque nuestro pecado y el querer que se hagan las cosas a nuestra manera no inquieta a Dios, Él no deja de ser santo nunca y es por ello que a pesar de nuestro pecado Él puede transformarnos.
El reconocer la santidad de Dios nos lleva a alabarlo y a rendirnos ante Él, si es que te gustaría incluir música en tu tiempo de oración te invito a hacerlo.
Un punto importante a destacar es que Jesús no dice «Padre mío» denotando algo individual, sino «nuestro», y esto es porque así como Dios es mi Padre es el Padre de mis hermanos, es reconocer que aunque no me agrade lo que mi hermano en Cristo haga que puede incluir a nuestra pareja o familiares, ellos siguen siendo hijos de Dios y no debemos acercarnos de manera egoísta sino reconociendo esto.
Que se haga Tú voluntad Señor
Versículo 10. «venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.». Pedirle a Dios que su reino venga y que se cumpla su voluntad en la tierra, también involucra que nosotros rindamos nuestra voluntad a Él.
La voluntad de Dios no se cumplirá en nuestras vidas si no sometemos nuestra voluntad a la de Él y es importante orar por ello.
Recordemos que en el cielo no hay desobediencia hacia Dios, se hace lo que Él dice, porque Él es el Rey, es la autoridad, y si somos llamados a orar para que su reino venga es porque deben haber corazones dispuestos a obedecer a sus mandatos.
Puedes orar por tu obediencia y también por la del resto de seres humanos, especialmente por las autoridades; pero también puede ser un espacio donde puedas orar por una iglesia que esté dispuesta a obedecer a Dios de todo corazón, por la maldad en el mundo para que Dios cambie los corazones de aquellos que practican cosas como la brujería, secuestros, tráfico humano, entre otros. Solo Dios puede cambiarlos.
Danos el pan de cada día
Versículo 11. «Danos hoy nuestro pan cotidiano.». Esto nos habla de provisión, pero no solo el alimento diario físicamente hablando; también nos habla del alimento espiritual.
Si recordamos cómo Dios alimentó a los israelitas en el desierto (Éxodo 16) podemos ver cómo Dios suplió el alimento diario con maná desde el cielo, no tenían nada en sus manos ni nada a su alrededor para alimentarse, sin embargo cada mañana tenían el alimento diario disponible.
A Dios le importan tus necesidades diarias, ora por cada una de ellas porque Él se encargará de suplirlas, es tu Padre.
Y no olvides de orar por esa provisión espiritual, por tu crecimiento pero también por el crecimiento de otros. Tú no eres el único que atraviesa por luchas espirituales, los demás también lo hacen y es un buen momento para recordar a tu comunidad cristiana y orar por ellos.
Perdónanos como también nosotros perdonamos
Versículo 12. «Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.». La frase «nuestras deudas» hace referencia a nuestro pecado. El pedir perdón por nuestros pecados es algo que debemos hacer continuamente, ya que todos los días pecamos, pero de igual manera Dios nos va ayudando a ser transformados día tras día.
Puedes pedir perdón no solo por tus pecados sino por el pecado de todos, esto es lo que se llama interceder por otros. Dios quiso destruir al pueblo de Israel por su pecado y falta de confianza continua, sin embargo el que Moisés orara por ellos y le pidiera a Dios que los perdonara evitó que Dios los destruyera (Números 14, Éxodo 32).
También nos recuerda que nosotros debemos perdonar a aquellos que nos han hecho daño y que nos han lastimado. La falta de perdón puede llevarnos a una vida que no avanza y a tener amargura en nuestro corazón. Si no eres capaz de perdonar a alguien, pídele ayuda a Dios para hacerlo, Él puede transformar tu corazón y sanar esa herida.
No nos dejes caer en tentación
Versículo 13. «Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”. El pedir ser librados de la tentación es importante. La tentación se da debido a los deseos que hay en nuestro corazón y podemos caer en ellas de manera inconsciente.
Orar por ser librados de la tentación nos permitirá ser más sensibles a la voz de Dios, y a estar más atentos de las artimañas de satanás en contra de nuestras vidas.
Siempre las tinieblas procurarán tentarnos y alejarnos de Dios, pero la oración es poderosa para evitar que esto ocurra; y también en este punto es una muy buena oportunidad para orar por las tentaciones que otros enfrentan, especialmente el cuerpo de Cristo.
Este modelo de oración nos muestra los puntos más importantes por los que debemos orar en nuestras vidas, cosas que no deben faltar nunca, porque jamás será establecida la maravillosa voluntad de Dios en tu vida si primero no rindes tu voluntad a Él ni te acercas como Padre, o si la falta de perdón es lo que determina los siguientes pasos que darás.
Dios desea transformarlo todo, pero el cambio inicia primero en nuestro interior.
¡Dios te bendiga!
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