Aceptar la voluntad de Dios para nuestras vidas no siempre es fácil. Hay momentos donde Dios nos guía a hacer cosas que nos apasionan, llenan nuestro corazón y donde nos sentimos maravillados y plenos por lo que Dios ha hecho en esa circunstancia y podemos pensar «Wow Señor, siempre quiero hacer tu voluntad». Pero hay otros momentos donde Dios nos llama a dar pasos que no son agradables para nosotros, en otros momentos nos encontramos en circunstancias que no deseábamos y no dependieron de nosotros.
Puede que incluso Dios te esté llamando a terminar una relación de noviazgo donde hay amor, pero no es conveniente permanecer, lo que puede hacer muy difícil el dar los pasos necesarios para permanecer en la voluntad de Dios.
Hay momentos donde nos encontramos en nuestra zona de comfort, pensando que las cosas seguirán de la misma manera en la que se han venido dando, y de repente Dios comienza a cambiar todo y puede ser difícil adaptarnos y ceder a todo lo que Dios nos está pidiendo. Pero a pesar de lo difícil que sea, es importante recordar que Dios es bueno, y que como nuestro Padre celestial desea darnos lo mejor, aún si ante nuestros ojos eso no pareciera ser lo mejor, pero Él sabe lo que necesitamos.
¿Qué Debo Hacer para Aceptar la Voluntad de Dios?
Voy a compartir contigo algunas claves que a lo largo de los años me han llevado a poder aceptar la voluntad de Dios para mi vida; y que incluso hoy en día donde me encuentro en medio de dos procesos decisivos muy importantes para mí, me están permitiendo crecer en lo que Dios me ha estado hablando.
Recuerda que no estás solo
Algo que nos puede desanimar con los pasos que Dios nos está llamando a dar o en la situación en la que estamos es el sentirnos solos; pero recuerda que donde sea que Dios te esté llamando a estar o lo que te esté llamando a hacer, no vas solo. Si Dios es quien te guía, Él te respaldará y Él te acompañará.
Un pasaje que Dios ha usado para hablarme de una manera intensa y hermosa en esta temporada de mi vida está en Isaías 43, y quiero compartir contigo una parte de este pasaje.
«Pero ahora, así dice el Señor, el que te creó, Jacob, el que te formó, Israel: «No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío. Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas.» – Isaías 43:1-2.
¿No es maravilloso tener este recordatorio? Para mí, ¡Lo es! Saber que no voy sola en medio de la tormenta, que mi amado va conmigo y me cuida porque soy suya, y Él es mío. Y oro para que tú también tengas esta convicción, de que no importa cuan grande sea la tormenta que estás enfrentando hoy, Él va contigo.
¡Cobra ánimo porque Él va contigo! Aquí podrás ver algunos versículos de ánimo y también te enseño a meditar en ellos.
Medita en Quién es Dios
Cuando meditamos en los atributos de Dios, se nos es más fácil confiar en Él, porque recordamos que Él es amor, que es fiel, que es bueno con todos, que busca el bienestar de sus hijos, que es todopoderoso y más.
Sé que esto puede ser más fácil de decir que de hacer, especialmente cuando nos enfrentamos a la pérdida. Sin embargo, Dios lo conoce todo y Él es un Padre bueno que siempre, siempre hará lo que es mejor sus hijos, aún cuando sea doloroso, aún cuando no lo entendamos, Él sigue siendo bueno.
Hay algunos versículos que me gustan en este tema, especialmente en el libro de Salmos que nos pueden ayudar a aceptar la voluntad de Dios.
- «Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en el hombre.» – Salmos 118:8
- «Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.» – Salmos 56:3
- «Pero el Señor cuida de los que le temen, de los que esperan en su gran amor» – Salmos 33:18
- «El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos!» – Salmos 138:8
- «El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes» – Deuteronomio 31:8
Si sientes que estás luchando contra el temor para poder aceptar la voluntad de Dios en tu vida, comparto contigo este artículo donde escribí varios versículos contra el temor y una oración.
Recuerda lo que Dios ha hecho por ti
Cuando estamos en medio de los procesos, es fácil caer en la trampa del desánimo o incluso de la desesperación, que a veces nos puede llevar a pensar que Dios no nos ayudará o no hará nada por nosotros; y es por ello la importancia de este paso, porque Dios es fiel, y Él nunca te ha dejado ni te dejará. Por lo que te invito a tomarte un tiempo y escribir en una hoja (o varias) las victorias que en un pasado el Señor te entregó.
Recuerda todo lo bueno que has recibido del Señor, no solo cosas materiales, sino también recuerda las relaciones, experiencias, amor, salud, etc. Pon esta lista en un lugar visible, para que cuando tengas estos pensamientos que te hagan dudar de la bondad de Dios o de que Él obrará a tu favor, puedas recordar estas cosas.
Persevera en oración
Si en estos momentos te sientes desanimado para orar, recuerda que ante una situación difícil es cuando más oración necesitas. En medio de las pruebas es importante abrir nuestro corazón ante Dios, decirle cómo nos sentimos, y que si nos está costando aceptar su voluntad, podamos orar para que Él nos ayude y nos de el entendimiento para aceptar su voluntad y así poder avanzar en lo que Dios tiene para nosotros.
Somos hijos de Dios, y Él como el buen Padre que es desea guiarnos por sus caminos, por lo que es mejor para nosotros, y a veces en medio de nuestra falta de entendimiento es cuando se pueden dar esas conversaciones largas y profundas con Él, donde nos explica lo que no entendemos, lo que no vemos, donde abre nuestros ojos para ver las cosas no en nuestro entendimiento tan limitado, sino como Él las ve, y eso es maravilloso.
En medio de mis procesos, mientras más he abierto mi corazón a Dios y he rendido mi voluntad a la suya, es cuando esas conversaciones profundas más han fluido, donde Dios ha transformado mi mente, donde lo que creía que estaba bien me he dado cuenta de que no, y estos procesos me han llevado a un entendimiento más y más profundo de su amor. Tu fortaleza para estos tiempos vendrán de esos tiempos de intimidad con Dios, no te pierdas de eso. Y si tienes una comunidad de fe que te puede acompañar en este proceso, no dejes de compartir con ellos tu situación y de orar juntos.
Recuerda que mejor que tu voluntad es la de Dios
Todos anhelamos que lo que hagamos tenga un buen resultado en nuestras vidas y en la vida de quienes nos rodean; creo que nadie da un paso de fe esperando felizmente a que todo se derrumbe y celebrando cuando esto suceda. Sin embargo, cuando decidimos ir en contra de la voluntad de Dios porque nos da miedo, porque creemos que no tenemos lo necesario o cualquiera que sea el motivo, nos ponemos en una situación donde debemos esperar un mal resultado, no porque no sea «buena» nuestra opción, sino porque estaríamos siendo desobedientes a Dios, y básicamente diciéndole «yo sé mejor que tú, Dios».
Pero recordemos la verdad tan importante que encontramos en Salmos 127:1: «Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.».
Caminar bajo la voluntad de Dios te garantiza que aunque sea difícil obtendrás los resultados que el Señor te ha prometido, que muy probablemente no sea de manera instantánea, pero que si perseveras verás manifestado lo que Él ha declarado sobre tu vida. Realmente no vale la pena salirse de su voluntad donde hay cuidado, protección, amor, bienestar, paz y mucho más.